13 oct 2008

Exteriorizando lo interior.

A veces pienso acerca de lo que se gana exteriorizando sentimientos. Sí, ya sabéis. Esto de que cuando estoy contento pongo cara de contento, y así con todo. Una habilidad difícil para algunos, la de coordinar un sentimiento con su expresión. En muchas ocasiones dudo de la capacidad de hacerlo que tienen ciertas personas. Ya sea por una cosa o su contraria, existen personas que jamás en su vida cambiarán esa cara vacía en cuanto a significado pero con una calculada fachada de cara a los demás. Y se dan dos situaciones, como en todo. Una y su opuesta. Se da el caso en que la persona, independientemente de lo que pasa por su mente, decide mostrar siempre su lado más candoroso y receptivo, sonriente como el que más, a quien todo en la vida le parece perfecto y maravilloso. Este semblante, que llega a convertirse en algo tan violento e increíble que provoca cierto temor, coincide –¡oh, casualidad!– por norma general con una personalidad hipócrita cuyo interés, en el mejor de los casos, es agradar a los demás en absolutamente todo. Por otro lado, en cambio, encontramos a esa gente cuya expresión transmite ese permanente asco hacia ellos mismos, ese inconformismo, ese afán por mostrar continuamente lo desgraciados que son y lo injusta que está siendo la sociedad con ellos. Todo, como he dicho antes, rigurosamente calculado, nadando en el más puro victimismo que, al contrario de lo que ellos puedan pensar, sólo acarreará lamentablemente que acaben creyéndose su propio cuento, que terminen por sufrir aquella fingida insatisfacción.

Porque todo, en esta vida, ha de tener sus límites, y está bien jugar un papel –aunque pequeño, todo el mundo tiene uno en este teatro– siempre y cuando el actor, normalmente pésimo en caracterización –está plagado–, no acabe metiéndose demasiado en él.

2 comentarios:

Bian dijo...

Sí, Dani, sigo viva y dispuesta a retomar las riendas (mis riendas) de la blogosfera. Yo estoy con Aristóteles y su aurea mediocritas, un término medio, sin ninguna clase de cálculos es lo que le hace falta a tanta gente en este mundo...

PA dijo...

"Una habilidad difícil para algunos, la de coordinar un sentimiento con su expresión. En muchas ocasiones dudo de la capacidad de hacerlo que tienen ciertas personas."
si no fuera porque esto lo publicaste hace mucho muuuucho tiempo (13 de octubre del 2008 paraser más exactos) pensaría que me estás describiendo...jajaja...
Sólo que para tu información NO toda aquella persona inexpresiva es hipocrita...hay gente que es reservada, introvertida...

"Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano"-Isaac Newton