15 jul 2008

Primeras entradas nunca fueron buenas.

Tengo la sensación de que todas las primeras entradas tienen algo de patético. Y no es por desautorizar a nadie, ni mucho menos, pero es la realidad. Quizá se deba a la novedad, a la inexperiencia o a una antigua maldición que los antiguos etruscos lanzaron contra la Humanidad a raíz de un enfado con sus enemigos los samnitas. No estoy seguro. Lo cierto es que es difícil comenzar escribiendo sobre uno mismo para darse a conocer si uno mismo no se conoce lo suficiente.

Por ello intentaré hacerlo en la medida de lo posible, pero creo que en muchas ocasiones son los demás quienes han de conocer a una persona. Por lo menos, resulta más fácil. Además, pienso que los escritos reflejan nítidamente el carácter del autor. Por tanto, si de verdad estáis interesados, ya me iréis conociendo.

En verdad, hay una culpable de todo esto. Hay una persona a quien podéis achacar cualquier responsabilidad y recriminar que me haya introducido en este mundillo. Reclamaciones a Bian. Yo no tengo nada que ver, me obligó… En verdad, yo no quería tener blog, y de hecho utilizo esta palabra muy a mi pesar. Sí, soy una de esas odiosas personas que prefieren utilizar palabras de nuestra lengua madre antes que rendirse ante los encantos de los extranjerismos, en la medida en que a uno le dejan. Había pensado evitar esa palabra y sustituirla por “bitácora”, su forma castellana, pero por desgracia tiene un inevitable deje de ridiculez, por lo que creo que mantendré el anglicismo, si bien lo usaré exclusivamente cuando me sea forzoso hacerlo.

A pesar de todo, este es mi blog. Sin tener muy claro con qué podré ir engrosándolo, no espero un gran número de visitantes. Sólo espero, como bien me dijo mi amiga la culpable, poder constituir una millonésima parte de la vida de alguien, aunque sólo sea de una persona. Puede considerarse un acto de vanidad el ocupar la vida de alguien, pero ¿que sería del mundo sin vanidad?

Decía al principio que todas las primeras entradas de un blog me resultan patéticas. Esta no iba a ser menos.

3 comentarios:

Bian dijo...

Buen primer post! De verdad te lo digo, Dan. Te has ganado a una lectora cuya vida y tiempo libre frente a la amada pantalla pasas a ocupar desde este mismo instante (si no lo habias hecho ya ^^)
Mucho animo!
P.D.: lo siento si faltan tildes, estos ordenadores canadienses...

Anónimo dijo...

alaaa q guerra da todo el mundo con que si lees tienes q comentar.. pues nada oye... q todo muy bonito y muy artistico y muy poeta jajaja... qno en serio q esta bien... xo ya sabes donde este el dedicarse al teatro (dedica un minuto a pensar en dobles sentidos por favor... ya abras caido en todo el tema "hacedor" de trajes etc etc)
pues nada joven!! q estoy muy cansada (de nuevo dobles... te voi avisando x si acaso jaja) a cuidarse y ya ire leyendo y te firmare.. aunq eso le suponga a tu madre una subida de cuota.. xD
un besoo!!

PA dijo...

"A writer writes not because he is educated but because he is driven by the need to communicate.
Behind the need to communicate is the need to share.
Behind the need to share is the need to be understood.
The writer wants to be understood much more than he wants to be respected or praised or even loved.
And that perhaps, is what makes him different form others".
Leo C. Rosten